LA BIBLIA INTERPRETACION LIBRO POR LIBRO - PRIMERA PARTE
- Marcos Sanz
- 10 may
- 11 Min. de lectura
Hola amigos, ¿Cómo están todos? Espero que maravillosamente. Muchas gracias por sus comentarios respecto de este último episodio de mi podcast, que, a mi modo de ver, ha sido hasta el momento el trabajo más importante que he realizado.
En esta fase de mi aprendizaje he logrado conectarme más profundamente con la simbología bíblica, y de cierta manera he logrado encajar algunas de las llaves que nos ha dejado Neville, llaves que abren puertas a sus interpretaciones más profundas. Es muy emocionante para mí ir avanzando en este camino de descifrar un libro tan maravilloso.
Ayer estuve despierto toda la noche terminando el episodio especial de Pascua, y debo decir que incluso para mí ha sido profundamente revelador y de gran ayuda en mi camino.
En este último capítulo, en el que he trabajado durante el último mes, me sumergí por completo en mi travesía de interpretaciones bíblicas, y esto me ayudó, de alguna manera, a abrir mis ojos interpretativos. La visión que tenía de la Biblia cambió completamente durante este tiempo, y su mensaje se desplegó en mi mente como quien extiende un mantel sobre la mesa para una comida sagrada.
Todo esto despertó en mí el deseo de ir más allá y comenzar a analizar este libro desde una perspectiva aún más profunda. Su simbolismo me cautiva y me llama desde lejos, como si me pidiera que lo ayude a liberarse de su prisión literal.
Es por eso que hoy quiero hacerles un regalo. Estuve trabajando en esto con mucho cariño todo el día de hoy, y se trata de una presentación que publicaré por partes. En ella iré compartiendo cada libro de la Biblia y la temática espiritual que, desde mi perspectiva, lo atraviesa. Es una forma de que cada uno de ustedes pueda comenzar a dilucidar la intención detrás de cada etapa de este libro ancestral.
Hoy les presentaré los primeros diez libros de la Biblia, y compartiré con ustedes el mensaje y la intención de cada uno, tal y como se me han revelado en estas últimas horas. Les recuerdo que no soy teólogo ni experto en esta materia. Lo que comparto es simplemente la visión que me ha sido entregada a través de la intuición, y también como resultado de años de investigación y contemplación de este texto sagrado.
Además les daré una lista de los símbolos de cada libro para que, si así lo quieres, los puedas guardar y usarlos en tus propias interpretaciones.
Para los que me conocen desde hace más tiempo, tal vez me hayan escuchado comentar mi historia con la Biblia. Mi viaje por sus pasajes comenzó en la adolescencia, pero mucho antes, cuando era muy pequeño, ocurrió algo que marcó el inicio de todo.
Un día, caminando junto a mi madre, escuché unos cantos que salían desde el interior de una iglesia. Desde ese momento sentí un llamado muy fuerte. Al día siguiente pasé nuevamente por ese lugar y pregunté qué eran esas voces que cantaban. Una mujer me explicó que era una escuela dominical donde asistían niños y amablemente me invito a asistir. El domingo siguiente me levanté muy temprano, sin decirle nada a mi madre, y fui solo a la iglesia, que estaba muy cerca de mi casa. Tenía apenas cinco o seis años, pero desde ese día comenzó mi camino espiritual.
Años después, ya en mi adolescencia, empecé a asistir a una iglesia bautista, donde fui bautizado en las aguas de un rio. Ese acto fue una gran motivación para mí, y descubrí además que tenía facilidad para recordar las Escrituras. Pocos meses después ya estaba impartiendo sermones a la congregación y visitando a enfermos terminales en hospitales leyéndoles la palabra… a mis doce años.
Con el tiempo, me interesé por estudiar para ser misionero, y pasé un par de años en Palabra de Vida, estudiando concordancias y otros libros. Pero en ese tiempo, nunca se me reveló la interpretación espiritual de la Biblia. Todo lo que recibía era literal, técnico, doctrinal. Finalmente lo abandoné, porque no sentí que me moviera internamente. No encontraba en ella el fuego que transforma, solo información. Y así, sin esa conexión viva, la dejé a un lado. Luego de eso, en mi juventud, entré en el mundo de la carne y de los excesos. Caí en el mundo de la experiencia y me perdí en mí mismo, en sus laberintos. Pero, como diría Neville, caí en el estado del hijo pródigo… y regresé junto a mi Padre.
Desde mis comienzos en este grupo he publicado varias interpretaciones bíblicas, como por ejemplo: la mujer adúltera, los dos hermanos, la parábola de las diez vírgenes y algunos otros que ahora no recuerdo con exactitud. Con esto quiero decir que mi interés por la interpretación bíblica no es reciente. Siempre me ha llamado la atención, y es algo a lo que definitivamente seguiré dedicando mi atención, mi mente y mi corazón.
Entonces, comencemos. En esta primera parte les hablaré de los primeros diez libros de la Biblia, y les explicaré lo que, para mí, es el propósito oculto o la intención espiritual de cada uno, aplicados al hombre interior. Unidos, estos libros forman una guía poderosa para el despertar del alma.
Además, quiero invitarlos a que me propongan citas bíblicas que les gustaría que trabajara desde esta perspectiva interpretativa. Pueden dejar sus ideas en los comentarios y con gusto trabajaré en ellas para compartirles mis reflexiones.
Ahora sí, comenzamos con los diez primeros libros:
“La Biblia no hace referencia alguna a personas que hayan existido, ni a eventos que hayan ocurrido realmente en la Tierra. Los antiguos narradores no estaban escribiendo historia, sino una lección ilustrada alegórica sobre ciertos principios fundamentales, que vistieron con el ropaje de la historia.
”Neville Goddard, "El poder de la conciencia
"LA BIBLIA: Desde el Sueño al Despertar – Desde el Genesis hasta el Apocalipsis.(Parte 1: De Génesis a 2 Samuel)
Hoy comenzamos una nueva serie en nuestro grupo. Vamos a recorrer toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, pero no como un relato externo, sino como un viaje espiritual interno. Cada libro será interpretado como una etapa del proceso creativo y un estado de conciencia que tú mismo habitas. La Biblia no es un libro religioso. Es un manual codificado sobre la conciencia, el deseo, la caída, el recuerdo y el despertar.
Y en esta primera parte los quiero llevar a recorrer conmigo desde Génesis hasta el segundo libro de Samuel, donde veremos cómo la conciencia desciende, se pierde en el mundo de las formas, y comienza el lento recuerdo del Reino interior. Caminen junto a mi este emocionante recorrido y los invito además a dejar sus comentarios o preguntas que quieran hacerme.
GÉNESIS: Donde El Sueño Comienza
En Génesis, el drama eterno inicia. Dios se convierte en forma. El Yo Soy desciende a la imaginación y se reviste de carne, mente, historia. Adán no es un hombre: es la conciencia que ha olvidado su divinidad. Eva es la mente receptiva, el vientre donde nace la experiencia. La caída no es pecado, sino propósito: el hombre olvida quién es… para poder recordarlo desde la oscuridad. Así como les comenté en mi anterior publicación, la conciencia olvida su divinidad en una especie de "Aventura Divina" con el propósito de sumergirse en la experiencia. Un ser eterno no puede morir, solo puede hacerlo olvidando quien es y entregándose al sueño, imaginando que es un ser mortal, y para que el sueño pueda prolongarse en el tiempo la conciencia debe darle un mundo a este hombre para que pueda evolucionar, para que pueda multiplicarse, y entonces dios creo los cielos y la tierra y todo lo que hay en este mundo para después crear al hombre, para crear a este personaje donde dormirá su sueño. Y entonces terminada la creación "él" abre los ojos del hombre externo para cerrar sus ojos inmortales.
“Y fueron abiertos sus ojos, y conocieron que estaban desnudos”
Así comienza el drama: el sueño de separación. Símbolos:
Árbol del conocimiento del bien y del mal: la dualidad del pensamiento humano; el juicio.
Adán y Eva: la conciencia dividida entre lo que da (masculino) y lo que recibe e imagina (femenino).
Serpiente: el pensamiento sensorial que convence a la mente receptiva (Eva) de ver hacia fuera, de probar el dulzor de la experiencia.
Desnudez: la conciencia del cuerpo; caída en lo material.
Arca de Noé: la imaginación como refugio salvador ante el caos del mundo.
Escalera de Jacob: el puente entre lo visible y lo invisible; entre el yo humano y el Yo Soy.
ÉXODO: El Deseo de Salir
El deseo de libertad es la señal del despertar. Faraón es el yo reactivo, el ego que se resiste a soltar al YO. Moisés es el nuevo pensamiento: una idea liberadora que brota en lo oculto. El Mar Rojo no es agua: es el límite entre lo viejo y lo nuevo. Cruzarlo es asumir un nuevo estado.
“Dile al pueblo que marche”
Toda liberación comienza en la conciencia. Símbolos:
Faraón: el ego endurecido; la mente que resiste el cambio de estado.
Moisés: la intuición despierta; el nuevo pensamiento que guía a nuestra imaginación consciente a la tierra donde su deseo se manifiesta.
Tabernáculo: la mente como lugar sagrado donde habita Dios (la imaginación).
Pilar de fuego y nube: la guía interior que no es lógica, pero es certera.
Maná: la provisión que viene del interior cuando se confía en lo invisible.
Mar Rojo: el límite entre el estado viejo y el nuevo; se abre por fe.
LEVÍTICO: El Laboratorio Interno
Aquí comienza la purificación. Levítico no es un manual de leyes externas: es una guía simbólica sobre cómo separar lo impuro (lo externo, lo sensorial) de lo puro (la conciencia, el deseo). Es el lenguaje de la alquimia interior.
“No ofrecerás pan con levadura”(tema del podcast)
Aquí aprendemos que el verdadero sacrificio es abandonar el viejo yo. Símbolos:
Sacerdote: la conciencia que discierne entre lo verdadero y lo falso.
Altar: el centro del ser donde se entrega el viejo yo.
Fuego del Altar: Intensión consciente y constante, que no se apaga.
La Vieja Levadura: símbolo de corrupción externa; deseo impuro o manipulado. EL olvido de dios, no recuerda su poder interior. La nueva Levadura, es el fruto de ofrenda en agradecimiento a la manifestación, ahora eres testigo del poder de dios tu conciencia y agradeces lo que recibiste. Pan con levadura: Pan hecho con levadura divina, es tu deseo ya manifestado sin ninguna intervención de tu parte excepto tu asunción del deseo cumplido.
Sangre: la vida como símbolo de lo consagrado.
Aceite de la unción: el poder de la imaginación que consagra y transforma.
Incienso: oración y visualización, el aroma del pensamiento dirigido.
NÚMEROS : El Camino Entre Estados
Números revela el proceso del alma vagando entre estados de conciencia. Las tribus son aspectos de ti. El desierto es el espacio entre un estado asumido y su manifestación visible. Los que dudan, mueren en el desierto. Los que creen, entran a la tierra prometida.
“Según lo que has hablado a mis oídos, así haré contigo”
Dios responde no a tus súplicas, sino a tus asunciones. Símbolos:
El desierto: estado intermedio donde se purga la duda; espacio de persistencia.
Nube sobre el tabernáculo: la inspiración que guía cuando no hay claridad mental.
Serpiente de bronce: mirar el error desde lo alto y trascenderlo con conciencia.
Los 12 espías: la mente dividida entre ver la promesa o el peligro.
Tienda de reunión: la imaginación cerrada donde se manifiesta la presencia interior.
DEUTERONOMIO: La Ley Interna
Aquí se recuerda la ley. Pero ya no como mandamiento externo, sino como principio interno: “Todo lo que pongas en tu corazón, eso harás.” La tierra prometida no es geografía: es el estado de conciencia donde vive tu deseo cumplido.
“Mira que hoy te he puesto delante la vida y la muerte… escoge, pues, la vida.”
Tú eliges, y tu elección es tu estado. Símbolos:
Montes Ebal y Gerizim: la elección entre bendición y maldición; conciencia dual.
La Ley escrita en el corazón: el principio de que todo está en la mente.
La tierra prometida: el estado deseado asumido internamente.
Moisés que muere sin entrar: la mente que guía, pero no puede cruzar; solo el corazón (Josué) entra.
JOSUÉ: La Conquista del Estado Asumido
Josué representa la acción espiritual. No basta con imaginar: debes poseer el estado. Las murallas de Jericó no caen con fuerza, sino con frecuencia: la vibración del deseo mantenido. Cada ciudad tomada es una parte de ti integrada.
“Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro”
Lo que imaginas y sostienes… te pertenece. Símbolos:
Arca del pacto: la imaginación portadora de la promesa.
Murallas de Jericó: bloqueos mentales que se rompen por persistencia y vibración.
Tocar trompetas: el sonido como vibración creadora; la fe expresada.
Piedras del Jordán: memorias conscientes del cruce de un estado.
JUECES: La Lucha Interna
Aquí aparecen los “enemigos internos”: dudas, temores, juicios que se levantan cuando el alma flaquea. Los jueces son estados momentáneos de conciencia que nos salvan. Pero si no se integran, vuelven los ciclos.
“Y cada cual hacía lo que bien le parecía”
La libertad sin conciencia… es esclavitud disimulada. Símbolos:
Jueces (Gedeón, Sansón, etc.): estados temporales de redención o despertar.
Altares a dioses falsos: distracciones del mundo sensorial; fe externa.
Ciclo de opresión y liberación: el alma atrapada entre viejos hábitos y vislumbres de fe.
RUT: El Amor como Redención
Rut no es una historia romántica, sino una revelación profunda: el amor fiel es el poder que une el pasado y el futuro. Rut sigue a Noemí como el deseo sigue a la fe. Booz es el redentor: el cumplimiento del deseo.
“Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.”
La fidelidad al deseo te lleva a la redención. Símbolos:
Noemí: el alma que ha perdido todo, pero aún guarda la semilla de la promesa.
Rut: el deseo fiel que no abandona la visión.
Booz: el cumplimiento del deseo; el redentor que representa el estado realizado.
Campo de siega: la conciencia fértil donde se recoge lo que se ha sembrado internamente.
1 SAMUEL: El Nacimiento del Reino Interno
Samuel es la voz interior que comienza a gobernar. La conciencia ya no busca señales externas: empieza a oír a Dios desde dentro. Saúl representa el ego que quiere gobernar sin obedecer al Espíritu. David aparece como el verdadero rey: no el más grande sino el más conectado al corazón.
“Dios no mira lo que mira el hombre”
El nuevo gobierno comienza cuando el deseo es guiado por el amor. Símbolos:
Samuel: la conciencia que escucha la Voz Interior.
Saúl: el ego que quiere reinar sin obediencia interior.
David: el alma conectada al corazón; el deseo puro y valiente.
Aceite de la unción: la conciencia que reconoce y activa el nuevo estado.
Goliat: la duda gigantesca que se vence con una piedra: una idea firme.
2 SAMUEL: La Consolidación del Reino
David reina, pero no sin errores. Este libro nos enseña que incluso los estados más elevados pueden caer si se dejan llevar por el deseo sensorial. Pero también revela que Dios no desecha a quien ha sido ungido. El perdón, la corrección y la continuidad del propósito son parte del camino.
“He hallado a David, varón conforme a mi corazón.”
El Reino de los Cielos no es perfección, es fidelidad interna. Símbolos:
Trono de David: el establecimiento del yo despierto como centro del Reino interior.
La caída de David con Betsabé: el error de ceder a los sentidos, aún en estados elevados.
Natán, el profeta: la conciencia moral que corrige sin condenar.
La promesa del linaje eterno: el principio de que el deseo cumplido se perpetúa en nuevos estados.
Fin Primera Parte.
Desde el descenso al sueño en Génesis, pasando por la liberación, la purificación, la conquista interna, hasta la consolidación de un reino gobernado por el corazón, esta primera parte traza la primera gran etapa del despertar.
Este no es un viaje hacia afuera. Es un viaje dentro de ti. Y cada libro que leeremos juntos será una puerta de conciencia, una clave simbólica, y una llave maestra para recordar lo que ya eres.
En la próxima parte: exploraremos desde primera de Reyes hasta Ester, exploraremos la expansión, la sabiduría y las pruebas del alma cuando comienza a construir templos mentales.
Un abrazo a todos y muchas gracias como siempre por leerme hasta el final. Marcos Sanz.

Comments