El plan divino no se revela, solo actúa.

Esta es una de las verdades más difíciles de aceptar para la mente que necesita controlar, anticipar, probar. Queremos saber cómo ocurrirá, cuándo, a través de quién… pero el plan divino, que es el movimiento silencioso de la conciencia, no da explicaciones, no ofrece informes, no busca aprobación. Solo se cumple.

Como decía Neville, cuando asumimos el estado del deseo cumplido, el puente de incidentes se pone en marcha, pero no se nos muestra cómo ni por qué. Y no se nos muestra porque no es necesario. Nuestra única tarea es permanecer en el fin, habitar el estado deseado como si ya fuera real. El resto ocurre en lo oculto.

El plan no se revela porque si lo hiciera, lo interferiríamos con nuestra lógica, nuestras dudas, nuestra impaciencia. Por eso actúa en silencio, con precisión divina, sin necesidad de que lo comprendamos. Como la semilla que germina bajo tierra, sin hacer ruido. Como el pan que se eleva en la oscuridad del horno. Como la uva que, en silencio, fermenta en la oscuridad del barril.

Así como tienes el poder de crear a través de tu imaginación, si supieses el plan también tendrías el poder de destruirlo o afectarlo. Es por eso que, por protección de sí misma en su proceso creador, la conciencia mantiene el plan oculto. No para castigarte ni negártelo, sino para que tú no interfieras. Tu única labor es permanecer fielmente en el estado del deseo cumplido. El resto ya está sucediendo.

No estamos aquí para controlar los medios, sino para honrar el final que hemos visto en nuestra imaginación."Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel."(Éxodo 12:15)Acá el "Pan" es el estado interior que uno “come”, es decir, habita, sostiene, y del cual vive. "La levadura", en este contexto, simboliza la contaminación de ese estado interior o "Pan"con lógica, ansiedad o pensamiento externo. Es el intento del hombre de entender o controlar el “cómo”.Entonces estos dos términos representan:

Comer Pan con levadura: Representa el estado de consciencia contaminada por dudas, ansiedad, razonamientos, necesidad de controlar el cómo. Representa el deseo alterado por el hombre externo.

Comer Pan sin levadura: Representa un estado de consciencia puro, que ha asumido el deseo como cumplido sin interferencia. Es fe absoluta en el plan divino que ya está actuando.Pero luego se nos dice:"El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue fermentado."Mateo 13:33"

Jesús nos dice que el Reino de los Cielos es como la levadura que una mujer escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó fermentado. Esta no es una receta de pan. Es un mapa interior. Y la levadura, en este contexto, representa "El poder de tu imaginación." El poder que te eleva, que te transforma al imaginar tu deseo cumplido.

Sí, esa facultad que tienes de ver, sentir, oír y experimentar dentro de ti mismo algo que aún no existe externamente. Esa es la levadura. Es el poder creativo más puro que posees, y actúa en lo invisible. No necesita herramientas externas(levadura externa), no requiere condiciones favorables, ni aprobación del mundo, ni ayuda de nadie. Su único requisito es que permanezca pura, no contaminada por el miedo, la duda o la necesidad de control.

Tu imaginación no necesita que tú la ayudes. Solo necesita que no la estorbes.

Y aquí llegamos a una revelación incómoda, pero necesaria: muchas veces no has visto resultados, no porque tu imaginación no funcione, sino porque has tratado de ayudarla desde la mente externa.

Has sembrado una imagen con deseo y fe, pero luego…Has querido controlarla.Has dudado.Has preguntado cómo.Has hablado con otros buscando consejo, validación o garantías.Has sentido miedo.Y con eso, sin darte cuenta, has contaminado el pan con la levadura equivocada: la de los fariseos.

La Escritura lo dice: “Siete días comerás pan sin levadura… y cualquiera que coma pan con levadura será cortado.” (Éxodo 12)

No porque el pan con levadura sea malo en sí mismo, sino porque simboliza el intento humano de intervenir en lo que solo Dios (la imaginación) puede hacer. Cuando intervienes con tu ansiedad, tus estrategias o tus dudas, interrumpes el proceso silencioso de la fermentación divina.

La levadura trabaja en lo oculto. No necesita testigos. No necesita ayuda. Solo necesita fe y silencio.

Ahora puedes entender por qué tantas veces, cuando creíste estar “visualizando bien”, no pasó nada.Porque deseabas sí, pero también temías.Veías el final, pero luego te distraías con el cómo.Estabas en el Reino, pero luego salías a consultar con el mundo.

La levadura funciona cuando permanece sola en la harina, sin que la abras, sin que la toques, sin que le metas mano.Así también tu imaginación: si la dejas actuar en silencio, si permaneces fiel a tu visión cumplida, si confías como quien sabe que el pan se está horneando aunque no lo vea, entonces y solo entonces, todo será fermentado.

Tu mundo cambiará, como cambia la masa cuando se la deja en reposo.

Hoy es el momento de volver al misterio, de honrar el poder que actúa sin testigos, de recordar que el Reino no se logra por ansiedad ni por cálculo, sino por fidelidad a la visión interna.

Cierra los ojos. Siente que ya está hecho.Y no interfieras.

Porque la levadura ya está actuando. Y todo será transformado.

Entonces, es asi como el plan ya está escrito, la escena ya fue filmada. Lo único que determina su proyección en la pantalla de nuestra vida, es si creemos en ella y no salimos de ese estado.

Así que no exijas señales, no pidas pruebas.Solo afirma en silencio: “Ya está hecho.”Y deja que el plan actúe.Y si en algún momento sientes la tentación de intervenir, dite a ti misma(o):“Estoy intentando intervenir, agregándole levadura a mi pan. Pero no necesito hacerlo, porque el plan divino ya está en acción, y mi única tarea es permanecer fiel a mi nuevo estado.”

Marcos Sanz