Interpretación de la "Parábola de los dos hijos"

Hola amigos, como están todos, en esta ocasión quiero compartir con ustedes mi interpretación de: MATEO 21:28-32

"Parábola de los dos hijos"

Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.

Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.

Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.

¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.

porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

INTERPRETACIÓN:

Hace un tiempo atrás, me llamó la atención esta parábola, porque al buscar las interpretaciones de esta, encontré la misma una y otra vez por todas partes. En cada credo religioso que se basa en la biblia se explica de la misma manera.

He descubierto, que para poder descifrar el verdadero significado de lo que se escribió en este maravilloso libro debemos seguir las instrucciones que en este mismo libro se dan:

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (I Corintios 2:14)

El espíritu de dios es llamado también “el aliento de dios”, y el aliento de dios también se refiere a su palabra, entonces la biblia es el aliento de dios, su palabra, su sabiduría, es su propia historia, que ha traído consigo a este sueño de mortalidad para poder recordar quien es el, es su propio mensaje de salvación.

En este pasaje bíblico de Corintios, se nos menciona al hombre natural y al hombre espiritual, acá hay dos hombres, la dualidad expresada por toda la biblia en la forma de dos seres, desde Caín y Abel, Esaú y Jacob, Juan el bautista y Jesús, el hombre natural representa al hombre hecho de carne y hueso, el hombre de los sentidos, el hombre nacido de la naturaleza. Cada vez que son referidos estos dos seres el hombre natural aparece siempre en el primer lugar, siempre es el mayor, y el hombre espiritual siempre viene después, como el segundo, como el menor, cada vez que en la biblia se habla de dos seres y se menciona al segundo, este es el hombre espiritual.

Pablo menciona los menciona como “hombre viejo” y “hombre nuevo” en Efesios 4: 22:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

El viejo hombre es el primer hombre, el primer hijo, el hombre que ha nacido desde la naturaleza, al que se le ha dado sentidos, el nuevo hombre es el segundo hijo, el hombre que ha nacido desde el espíritu, desde cristo Jesús.

El hombre natural entonces, se nos dice que no puede entender la palabra de dios, que para el es locura, y que para entenderla debemos entenderla con la mente del hombre espiritual.

Para poder interpretar la biblia entonces debemos separarnos de nuestros conceptos del viejo hombre natural de los sentidos y darnos cuenta de que el mensaje de la biblia debemos descifrarlo espiritualmente. Tener esa capacidad de discernimiento espiritual no se enseña en ninguna parte, ya sea que estudiemos muchos años la biblia y la sepamos de memoria, eso no significa que tenemos la capacidad de entenderla espiritualmente. Entonces, ¿Cómo entenderla espiritualmente?

Acá es donde encontré otra pista para ayudarnos a descifrar sus pasajes, cualquier cosa que leamos en la biblia, si la entendemos desde un punto de vista condenatorio, entonces la estamos interpretando con los ojos del hombre natural, para poder interpretar la biblia debemos despojar todo juicio en su contenido, toda condenación, porque esa condenación es el velo con el está cubierto su mensaje. El hombre natural solo logra ver el velo condenatorio de la biblia, pero no lo que hay detrás, para ver lo que hay detrás de ese velo debemos ser puros de corazón, “para el puro todas las cosas son puras”, “el reino de los cielos es de los puros de corazón” Si lees la biblia y aunque tus ojos lean condenación, si tú sabes que esa condenación es solo el ropaje de su mensaje, entonces podrás leerla con los ojos del puro de corazón y te será más sencilla su interpretación.

Ahora, volvamos a la parábola de este padre con sus dos hijos, el padre es dios, tu conciencia de ser, y su voluntad es un deseo, los deseos y anhelos en la biblia son simbolizados generalmente por los niños. Cada hombre en este mundo anhela su infancia, añora los tiempos donde no había peso en sus hombros, ni responsabilidades, ni problemas. Si los niños en la biblia representan los deseos y anhelos del corazón del hombre, entonces podemos entender porque se nos dijo: “De los niños es el reino de los cielos” (Marcos 10:14), es decir, los deseos son la voluntad del padre y están y vienen desde el, desde su reino, desde nuestro interior.

La voluntad del padre es que los hijos vayan a trabajar en la viña, la viña es nuestra imaginación, como se nos dice en Juan 15:1: “Yo soy la Vid y mi padre es el labrador”. Tú tienes un deseo, ese deseo viene desde el padre, desde tu conciencia, porque, ¿Desde que otra parte nace lo que deseas si no es de ti mismo, desde una idea en tu interior?

Entonces tu eres el padre, el labrador de esta historia, y tienes un deseo, ese deseo es tu voluntad, y tienes a estos dos hijos dentro de ti, tú eres los dos hijos, el primero y el segundo. Como mencioné más arriba, el primer hijo es el hombre natural, el hombre de los sentidos, que no puede entender el aliento de dios, su palabra.

Entonces tu conciencia te expresa su voluntad y te dice: ve a trabajar en la viña, que es tu imaginación, pero como el hombre de los sentidos no entiende las cosas que son del espíritu de dios, porque para el son locura, él no entiende que debe usar su imaginación, entonces dice que no quiere ir, pero se arrepiente y luego va, claro, cuando queremos algo talvez pensemos que no podemos lograrlo, pero lo pensamos bien y entonces lo intentamos, hacemos algún intento por lograrlo, por cumplir ese deseo.

El hombre natural trata de entender la voluntad del padre, pero la entiende literalmente y va a un lugar a intentar cumplirla.

Acá podríamos preguntarle al primer hijo: ¿A qué lugar debes ir para usar tu imaginación? ¿Acaso no está contigo siempre, hasta el fin del mundo?:

“y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20

Ahora vamos con el segundo hijo, que ya expliqué, es el hombre espiritual, este sí, puede entender la voluntad de su padre y responde: Si señor, pero no va, porque él sabe que su imaginación es su viña y que puede trabajar en ella para cumplir la voluntad de su padre en su propia mente.

Para cerrar esta interpretación, pensemos en esto un poco, cuando nosotros tenemos un deseo, cuando queremos algo, lo primero que pensamos es que tenemos que hacer algo, que debemos ir a un lugar, que debemos mover los hilos, entonces confundidos, no comprendemos la voluntad de nuestro padre, nuestra conciencia. Y entonces no hacemos su voluntad, no logramos el objetivo de la manera que al padre le agrada. Puede que cumplamos ese objetivo de alguna manera haciendo algo en el mundo, pero ante los ojos de dios somos como Cain: “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.” (Génesis 4:3-5).

Cuando actuamos como el primer hijo y vamos al mundo a cumplir nuestros deseos y no logramos nuestro objetivo, decae nuestro semblante, y entonces nos rendimos, desechamos lo que anhelábamos tanto, y por cansancio caemos en rendición, tal como el hijo pródigo cayó en desgracia y miro con nostalgia a la casa de su padre y simplemente se rindió y comenzó su camino de regreso. Entonces después de olvidado nuestro anhelo, de olvidado nuestro deseo, en un momento reflexivo, en un momento antes de dormir, en un momento meditativo sin querer pensamos como hubiese sido si eso hubiese ocurrido, como me hubiese sentido, y entonces el anhelo es despertado por la imaginación, es devuelto a la vida y entonces se ha cumplido la verdadera voluntad del padre.

Un abrazo a todos.