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CUENTOS Y ORACIONES PARA LOS NIÑOS.

Foto del escritor: Marcos SanzMarcos Sanz


Tiene mucho sentido para mi la antigua costumbre de contar cuentos a los niños antes de dormir, es una costumbre que posiblemente se ha olvidado y según mi opinión, como un efecto mariposa, el hecho de no contar mas cuentos a los niños en la actualidad, es uno de los factores de porque el mundo parece estar como está. Personalmente, adquirí la creencia de que, este mundo no se está yendo al demonio, sino que el mundo va hacia dios, esto lo leí en el libro “La Ciencia de Hacerse Rico” de Wallace Wattles y quedó grabado en mi mente.

Pero en lo que respecta a las apariencias del mundo tal y como está hoy en día, yo digo y planteo como una verdad absoluta, que el hecho de contar cuentos a los niños antes de dormir, teniendo el conocimiento de leyes universales tan poderosas como la ley de la consciencia, debería ser una práctica habitual y constante, es demasiado importante y fundamental.

La razón de esto es que estamos ejercitando la imaginación de los niños. Y todos los que ahora mismo están leyendo este texto saben que la imaginación controlada y sentida crea realidades tangibles, sobre todo si es usada antes de dormir. Entonces nada mejor que enseñar a los niños y alimentar sus mentes con afirmaciones para preparar el momento en que entran al sueño, y no existe nada mejor para esto que un cuento que sea lúdico, entretenido para ellos, pero que al mismo tiempo les ayude a imprimir un futuro de bienestar, de felicidad, armonía y prosperidad.

Talvez nuestros padres no sabían porqué lo hacían, y talvez lo hacían por costumbre, porque a ellos también les contaban historias antes de dormir. Pero ese no fue mi caso, nunca supe lo que era un cuento hasta que lo vi en una película, porque en mi hogar, no se practicaba esa costumbre. Cada vez cuando en mi imaginación viajo a mi pasado, recuerdo muchas cosas de mi infancia y las encuentro tan reveladoras, les recomiendo que lo hagan y encontrarán cosas fabulosas también.

Esta es una historia que publiqué hace un par de años en un grupo de Neville en inglés y la quiero compartir con ustedes el día de hoy. La historia cuenta de como a la edad de 5 años, yo, sin ningún conocimiento de leyes universales, intuitivamente y solo con la capacidad de la imaginación de un niño, fui capaz de crear un ángel protector que me ha acompañado y me acompañará hasta el último día de vida. Yo no creo en ángeles como seres superiores a lo que “Yo Soy”, en mi mundo todo está sujeto al poder que yo le dé. Si yo creo en un ángel, entonces, el tendrá el poder que yo mismo le he dado en mi consciencia, es por eso que para mí los ángeles son solo proyecciones de las creencias de cada persona, un ángel es una creencia con alas.

Intentaré contar la historia lo más parecido a esa publicación pues no recuerdo cuando la publiqué y no tengo copia de ella.

Recuerdo que cuando niño, cuando tenía aproximadamente cuatro o cinco años, yo dormía solo en mi cuarto. Un día mi madre llegó muy contenta del trabajo, porque me traía un regalo, eran pocas las veces que podía hacerme regalos, pero se sentía tan feliz cuando podía y lo disfrutaba mucho, ella me regaló una lampara de noche para mi cuarto, era una lampara que tenia la forma de un payaso.

Yo siempre fui un niño valiente, osado, no le temía a nada, hasta esa primera noche con esa lámpara.

Esa lámpara se transformó noche tras noche en mis pesadillas, creció un miedo enorme dentro de mí, una vez que me acostaba en la cama, ya no podía levantarme, las luces que se colaban y entraban en mi cuarto, rápidamente le daban vida a ese payaso, porque se movía cuando yo no lo miraba, cambiaba de posición, sentía que me miraba de reojo, entonces la única forma que encontré para poder dormir, fue acostándome al revés en mi cama, con mi cabeza hasta el fondo y mis pies en la cabecera, así, yo pensaba, que si el payaso destapaba mi cama se encontraría solo con mis pies y si yo no lo veía entonces no me daría cuenta de nada.

Así pasaron noches y noches y nunca me atreví a decir nada a mi madre, porque fué un regalo que me hizo con tanto amor y no quería hacerla sentir triste. Pero yo no quería mas esa lámpara, quería deshacerme de ella, pero no podía. Mis pesadillas se hicieron cada día mas recurrentes, hasta que una noche desperté gritando en mi cama y mi madre se apareció. Le dije que sentía miedo, pero no el porqué.

Entonces mi madre me enseñó la oración del ángel de la guarda, la cual, no recuerdo cuantas veces me la dijo, pero la aprendí. Cada noche rezaba antes de dormir y poco a poco con el tiempo comencé a sentirme protegido. Repetía con tanto sentimiento esa oración que con el correr de los días yo me imaginaba que a los pies de mi cama estaba ese ángel y que estaría despierto a mi lado todo el tiempo que yo estuviese dormido. Podía sentir que se sentaba a los pies de mi cama, me imaginaba que su luz iluminaba mi cuarto mientras yo estaba cerrando los ojos y comencé a pensar que ese payaso al que tanto temía, era ahora él, el que temía a mi ángel de la guarda. Por fin pude dormir en paz y con la cabeza en mi almohada.

Pasaron un par de semanas, menos de un mes según recuerdo y no sé qué pasó en mi casa, yo estaba muy pequeño, y generalmente no tenía idea de las cosas que pasaban a mi alrededor. Pero nos mudamos a otra casa. Una casa más grande. Ahora tenía un cuarto más grande y más hermoso, con una gran ventana y con una cama mas grande. Todo estaba en su lugar, todas mis cosas estaban ahí, excepto esa lampara. Por alguna razón esa lampara se extravió en la mudanza, no se si rompió, si se perdió, si se olvidó, la verdad es que nunca pregunté qué había pasado.

Pasaron los años y durante todo ese tiempo, me pasaron muchas cosas y siempre algo me protegió, personas quisieron hacerme daño, pero algo les pasaba antes, yo nunca quise que les pasara nada, pero algo les impedía hacerme daño. El año 2000 tuve un accidente automovilístico, en el que mi coche quedó completamente destruido, mi cuerpo, mi torso dejo completamente doblado el volante del coche, mi ropa se rompió, el coche se dio vuelta y fui llevado al hospital, para constatar mas tarde que no tenía una sola huella de daño, ni siquiera un moretón, ni siquiera un rasguño, ni una uña fuera de su lugar. Fui un enigma para el personal de emergencia. Cuando salí caminando de ahí, todos me miraban curiosos y hacían comentarios. Han intentado robarme, matarme, han conspirado contra mí, pero todos, absolutamente todos han fallado en su intento. El día de hoy cuando me siento amenazado por algo o por alguien automáticamente me digo a mi mismo, no saben que estoy protegido, por favor no intenten nada porque no puedo controlar como se me protegerá. Se que esto a algunos les parezca una locura, pero no lo es para mí. Yo sé y siento que algo me protege desde niño y lo seguirá haciendo, pero este ser protector fue creado por la imaginación de un niño, y yo les digo, nuestra imaginación no tiene límites, puede crear cosas físicas, materiales y puede crear entes espirituales de todo tipo también. Por eso les recomiendo que les cuenten historias a sus hijos antes de dormir o les enseñen alguna una oración de su elección para su propia protección. Algunas personas me han preguntado cómo pueden enseñarles a sus hijos este conocimiento y ahora les digo, para empezar, en vez de enseñarles teoría, mejor enséñenles la práctica de una manera entretenida y sin tanta complicación metafísica.

Enséñenles a utilizar y desarrollar su imaginación desde niños y enséñenles también que lo que imaginamos con el corazón con el tiempo podemos hacerlo realidad.

 
 
 

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