Consciencia Multidimensional

"El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." 1 Corintios 2:14

Yo soy, mi conciencia, es un ser multidimensional, de hecho, las dimensiones existen porque en algún momento el ser humano pensó e imaginó las dimensiones. Porque todo proviene de la consciencia, porque la consciencia es lo que le da vida a todo lo que me hago consciente de ser. Todo conocimiento proviene de la consciencia, toda creación proviene de la consciencia.

Este “Yo soy”, ésta consciencia incondicionada, se mueve constantemente entre dimensiones sin que ni siquiera lo notemos. Estas dimensiones también son estados de la consciencia. El paso de una dimensión a otra está marcado por el perdón y el amor, éstos son puertas de entrada y salida entre dimensiones, algo que explicaré más adelante.

Personalmente me gusta utilizar el ejemplo de los sueños. Como dice Neville, al sueño debemos darle el lugar y la importancia que realmente tiene. El sueño es una dimensión donde entra y sale nuestra consciencia, en un sueño las leyes naturales y físicas pueden ser muy diferentes a las leyes físicas de nuestra realidad o mundo de vigilia.

Neville nos dice que, en el libro de Job, capítulo 33, es revelada una interacción entre dios y el hombre, una comunicación unidireccional, y esa interacción es de arriba hacia abajo. Desde un Ser mayor a uno menor. Y esta interacción se dá a través del sueño.

“En un sueño, en una visión de la noche cuando el sueño profundo cae sobre los hombres mientras duermen en sus camas, él abre los oídos de los hombres y señala sus instrucciones”

Acá tenemos a dos, de los cuales sabemos que son solo uno. El y los hombres. Neville nos dice en Tu Fe es tu fortuna que “Yo Soy EL”, tu consciencia del Ser es el “Yo Soy”. La consciencia del ser incondicionada y la consciencia condicionada son uno, pero la consciencia incondicionada es más grande que la condicionada, la consciencia condicionada es solo una etiqueta de una Consciencia padre, de una consciencia absoluta, de una unidad de consciencia, única, solo es algo que la más grande decidió ser y, por lo tanto, manifestar.

Si Yo Soy El, entonces ahora sé quién me habla en el sueño, Yo Soy. Y también “Yo soy” los hombres, es decir la consciencia condicionada.

Yo Soy, la consciencia incondicionada del ser, le habla a la consciencia condicionada. Yo me transformo en la consciencia incondicionada de mi ser, cuando caigo en la inconsciencia antes de entrar al sueño. Solo manteniéndome en la inconsciencia, puedo ser todas las cosas que están en mi sueño. Debo ser incondicionado para poder dividir mi consciencia y convertirme en otras cosas, por ejemplo, para convertirme en todo el contenido de mi sueño.

Mi sueño está construido por las imágenes objetivas de mi mundo, por mis deseos, mis recuerdos, sin embargo, durante el sueño soy un ser que se limita a si mismo y se quita a si mismo todo poder. Porque si mi sueño es mi propia construcción, entonces yo podría hacer cualquier cosa que quisiera y darme cualquier poder que quisiera en un sueño, pero sin embargo, yo, voluntariamente, al caer en mi cama me rindo y caigo en la inconsciencia, me limito a mi mismo, olvido que "Yo Soy" el que sueña, entonces paso a ser uno más en mi sueño, me convierto y transformo en mi sueño, me divido a mi mismo en un acto creativo, me divido, porque todo el contenido de mi sueño está hecho completamente de lo que Yo Soy, y de lo que soy consciente de ser, Yo y El, el hombre y EL, El sueño y el que sueña son uno. Mi “Yo” que está en el sueño y el “Yo” que está soñando son uno.

Luego, yo despierto, y poco a poco la experiencia de ese sueño comienza a diluirse en el olvido.

Podemos darnos cuenta de que la mayoría del tiempo el olvido es de arriba hacia abajo. Es decir, la mayor parte del tiempo la inconsciencia es de arriba hacia abajo, pues cuando entro en el sueño debo necesariamente olvidar donde estoy, quien soy y lo que soy. Pero al despertar me doy a mí mismo la oportunidad de recordar la experiencia anterior, aunque con el tiempo se irá diluyendo lentamente en el olvido y quedará solo lo que sentí, si no sentí nada entonces será olvidado por completo.

Si mi sueño está hecho completamente del contenido de mi ser y para entrar en el sueño caigo en una inconsciencia, gracias a la cual, olvido mis condiciones actuales, entonces, este mundo, en el que Yo Soy consciente de ser, ésta otra dimensión en la que se está moviendo mi consciencia, ésta realidad de vigilia, éste mundo desde el cual estoy escribiendo ahora mismo, debe estar construido por un Yo superior a mí.

Un Yó, dimensionalmente más grande, y puedo imaginarme que de alguna forma este "Yo" más grande decidió voluntariamente entregarse a la inconsciencia, decidió olvidar que es “El” el que está soñando y entonces dividirse, limitarse a si mismo y transformarse y convertirse en todos nosotros y en lo que conocemos como nuestra realidad. Ese "Yo Soy" dimensionalmente superior, debe estar en un estado de inconsciencia para poder convertirse en todas las cosas.

Entonces, cada vez que entramos en el sueño, entramos a otra dimensión y luego cuando despertamos, salimos de esa y regresamos a esta dimensión que llamamos realidad. Y nos percatamos de que una es real y la otra no. ¿Por qué? Porque regresamos constantemente a ésta en la que pasamos más tiempo, si, pensamos que ésta es más real porque experimentamos más en ella. ¿Pero qué pasaría si durmiésemos 23 horas y estuviésemos despiertos solo una hora? ¿Cuál de las dos dimensiones sería más real para nosotros?

Entonces yo me pregunto: ¿Acaso no es el dormir y el despertar como la vida y la muerte?, me atrevo a comparar estos dos porque de alguna manera me parecen similares. A esta dimensión que llamamos vida llegamos con una inconsciencia desde el nacimiento, no sabemos que somos, quienes somos, de dónde venimos ni adónde vamos. Pensamos que no tenemos ningún poder, nos sentimos limitados, sentimos que estamos divididos, que somos un ser aislado de los demás, que somos algo diferente al resto. No pensamos que Somos el que creó esta vida, pero al mismo tiempo, gracias a esta inconsciencia podemos disfrutar la experiencia de vivir y no despertarnos. Porque en el momento que descubrimos que somos el que está soñando, es decir, nos hacemos conscientes de estar dormidos, entonces, tendremos que despertar.

Entonces, yo estoy en este sueño llamado vida, estoy acá experimentando este sueño y luego moriré, pero esa muerte será como estar despierto una hora y luego volveré a vivir otras 23 horas, es decir crearé otro sueño y olvidaré lo que había soñado antes o la vida que viví antes, y luego crearé otro sueño, es decir otra vida y será así una y otra vez, eternamente.

Neville nos explica reiteradas veces que no hay verdadero perdón si no hay olvido, yo debo olvidar lo que se me hizo para realmente estar perdonando. Cuando caigo en la inconsciencia y entro en un sueño entonces yo estoy perdonando. Yo perdono mi ser despierto porque olvido quien es y donde está, para luego convertirme en un ser limitado dentro de un sueño. Yo olvido el estado de vigilia y luego me transformo en un estado que está en otra dimensión, es decir, en un sueño.

A si mismo, Neville nos habla de dios como un ser que es todo perdón, éste ser se hizo carne y se limitó a si mismo, y se transformó en el hombre. Y esto me hace mucha similitud con la comparación de nuestras idas y venidas desde el sueño a la vigilia y me atrevo a decir, tal como en la vida y la muerte. Yo perdono la vida anterior porque la olvido, y yo perdono la muerte porque la olvido. Todo se trata de olvido y perdón. Pero este perdón es al mismo tiempo, un acto de constante amor. Porque yo sacrifico la memoria por la experiencia, por el sentimiento, ese es un acto de amor verdadero.

Entonces, para terminar, yo vivo esta vida gracias al perdón. Yo entro en un estado de inconsciencia permanentemente para soñar constantemente, para sentir, para experimentar, y la experiencia es amor, porque el amor es sentimiento. Por la ley del Ser, yo siento todo lo que soy consciente de ser, pero para ser consciente de ser algo nuevo, debo olvidar lo que antes fuí. A través del perdón, yo renazco una y otra vez. Podemos entonces, ver el perdón, no como un acto de benevolencia, si no como un acto de amor, como el acto de dar la vida por un amigo, un acto de amor al darle muerte a un estado para luego renacer y darle vida a otro. El perdón para pasar desde el sueño a la vigilia, de la vida a la muerte, de la muerte a la vida, de la inconsciencia a un estado consciente, para pasar desde una dimensión a otra. Con el perdón y el amor atravieso todas las puertas multidimensionales de la Consciencia. Y al mismo tiempo, el perdón y el amor, son en si mismos, todas las puertas.