Casos y Manifestaciones

No parece una tarea sencilla el negar la evidencia de nuestros sentidos, sobre todo cuando justamente es uno de nuestros sentidos el que esta siendo afectado directamente por esa evidencia. En una entrevista, uno de los alumnos de Neville cuenta como se acercó a él en una ocasión, para pedirle consejo sobre un problema que el tenía, y dice que la respuesta de Neville lo dejó muy incómodo y un tanto desilusionado, Neville le dijo simplemente: "No lo aceptes".

Esta respuesta parece no entregar mucha información, pero es una respuesta totalmente determinante. Nuestra aceptación de las cosas como las percibimos plasman y confirman la existencia de esas cosas en nuestras experiencia. Yo recuerdo que hace varios años atrás un día por la noche, mi hija pequeña comenzó a sentirse muy mal, tenía fiebre y su garganta estaba muy congestionada. Mi mujer en ese tiempo, comenzó a hacer planes para llevarla al médico el siguiente día, porque estaba segura de que la niña amanecería mas enferma. Sin embargo yo, por ese tiempo ya tenía conocimiento de esta ley de expresión de la conciencia y simplemente me negué frente a la evidencia de mis sentidos y me dije, en silencio, a mi mismo, la niña está perfectamente sana. No dije que no estaba enferma, simplemente dije que estaba sana. En la mañana, todos los síntomas de mi hija habían desaparecido por completo. Ahora, podemos pensar que sus síntomas solo fueron pasajeros y que de todas maneras no se enfermaría. Pero eso realmente no es importante, porque el final fue el mismo, un final sometido a la voluntad del padre, y esa voluntad era que "La niña estaba perfectamente sana."

Un par de meses atrás, una persona de nuestra familia se comunicó con mi madre, para informarle que una de sus sobrinas había sido diagnosticada con cáncer, entonces mi madre me cuenta la noticia que había recibido, que le habían hecho una biopsia e imágenes y el tumor tenia cierta longitud. Y entonces programaron la quimioterapia para esa misma semana. Cuando veo que de mi madre casi comenzaban a salir lagrimas de sus ojos, le pregunto: mujer, ¿por que lloras?, ¿acaso no sabes que esas lagrimas serían una confirmación y una condenación para ella? Si tu lloras por ella estas aceptando los hechos tal cual te han sido presentados. Entonces mi madre lo comprendió enseguida y sus lagrimas se convirtieron en una emoción diferente, parecida la emoción de presenciar un milagro, porque albergó la idea de que su sobrina no tenía problema alguno.

Entonces mi prima tuvo un problema con su seguro medico, lo que retrasó el comienzo de la quimio, mientras esperaba la aprobación del seguro fue sometida a otra biopsia, la cual confirmó esta vez, que la primera no fue correcta, no había tumor, no había cáncer. Mi prima y su familia estaban desconcertados y se preguntaba: ¿Dónde esta mi tumor? Entonces buscaron una segunda opinión, porque no podían creer que ya no estuviera ahí, ella tenia la imagen de lo que había sido un tumor y ahora ya no estaba.

Ya han pasado algunos meses y ese evento en su vida se transformó en solo una anécdota para ella. Para para mi madre y para mi fue una prueba positiva del funcionamiento de una ley de expresión natural, la ley de nuestra conciencia de ser.

Es una promesa que te hace tu conciencia de ser, la promesa de que si crees que ya has recibido entonces, inevitablemente, recibirás.

Siempre debes ir al final de tu deseo y abrazarlo en esa morada que le has preparado en tu imaginación para que sea una realidad. La convicción de un hecho en tu conciencia es superior en todos los niveles a una convicción que te confirme la evidencia de tus sentidos. Entonces, como Neville, te digo, !No lo aceptes!, porque la aceptación de los hechos genera perpetuación, pero la aceptación de un hecho en la fe genera renovación. Espero que puedas aplicar esto en tu vida, yo estoy seguro de esta verdad porque la he visto trabajar en todo tipo de cosas en mi vida.

Nuestra experiencia en este mundo es aparentemente pasajera, pero tu experiencia espiritual es eterna, usaremos estos cuerpos y los pondremos a prueba con esta ley, y luego volveremos a renovarnos, volveremos a repetir esta experiencia hasta que nuestra imaginación nos eleve hasta dios el padre.

Por el momento, podemos comenzar a creer en esto, ponerlo a prueba y comer del fruto que es prohibido para dios. A la conciencia de ser se le es negada la experiencia, el comer de este fruto. Es por eso que, para poder experimentar, debe dividirse y convertirse en ti, en mi, en todos. Como he dicho en otras ocasiones, cada uno de nosotros encontrará la manera de creer. Porque el convencimiento debe ser de nosotros mismos, porque el poder somos nosotros mismos y mientras no haya convencimiento de algo que aun no es, entonces lo que ahora es, debe seguir siendo. La imaginación es el diente que puede devorar lo que somos consientes de ser y resucitar convertida en lo que deseamos ser.